Ahora mismo nos gustaría estar cerquita del mar, con una cervecita fresquita (en mi caso con un buen chorro de refresco de limón), remojándonos los pies y con una ligera brisa en vez de en aquí, con el calor del asfalto subiendo hasta alcanzar los 40º a la sombra.
Nos decíamos que no había llegado el verdadero verano aun pero por fin aparecieron las altas temperaturas, esas que nos recuerdan que podríamos haber instalado el aire acondicionado y que siempre decimos que "total, como son dos días", sí, pero vaya días.
Tendremos que conformarnos con un par de duchas tibias y soñar con septiembre, cuando por fin tomemos la ruta de la costa, aunque no vayamos tan al sur; este año estrenaremos Denia y disfrutaremos de la Pitu-pitu transformada en croqueta de arena...
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