... y la verdad es que alli estabamos muy a gustito, aunque hemos tocado diana tempranito para aprovechar la hora de los ingleses del desayuno (a los españoles como que no se nos da muy bien madrugar en vacaciones), nos ha dado tiempo a perrear en la habitacion, pasear por el pueblo, ver los barcos del puerto deportivo (los mas grandes y bonitos son los de la nena, que tiene muy buen gusto, claro, a mi me dejo un bote y a PC un dia uno cutre y al dia siguiente uno algo mas aceptable), intentar que a Pitu-pitu le gustara la playa, cosa que no hemos logrado porque tiene la misma aversión a la arena que su madre, pero corregida y aumentada hasta el punto de no querer ni meterse en el agua (la engañe dos veces para ver pecectos), y conseguimos meterla un par de veces en la piscina del hotel, pero como era de agua salada, y a la pequeñaja le mola el saborcillo del cloro, al que esta mas acostumbrada, pues dijo que tururu tras un trago del chorro de agua salada que la dejo con la cara descompuesta de la impresion y no pudimos meternos mas, de modo que mi gozo en un pozo, y ni hablar de la piscina cubierta, habia que ponerse gorro y no lo permitio (yo lo entiendo, a mi se me estrujaba el cerebro pero los chorros del jacuzzi eran tan apetitosos que lo intentamos y tuvimos que salirnos en cuanto empezo a chillar como una posesa, que tristisimo y lamentable, snif, con lo que a mi me gusta el agua...).
Hasta fuimos al Museo del Juguete y al Castillo, de hecho, al castillo subimos dos veces, la segunda en el trenecito de turistas, de modo que acompaño el texto con una muestra de lo que hemos hecho y disfrutado estas vacaciones...
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